
miércoles, 19 de enero de 2011
Esfericidad

Biografía de Atenea Colonia

Atenea Colonia nació en el año 1914 de la frente de su padre Zeus Pachacamilla después que este se tragara a su madre Metis Santa Rosa. Atenea Colonia llegó a Troya a los 10 años de edad debido a una condena de los titanes que la desterraron del Olimpo San Cristóbal. En la capital solo estuvo cuatro años. En ese tiempo trabajo de niñera en casa de unos panaderos. A la edad de 26 años, víctima de paludismo, Atenea Colonia, fallece y es enterrada en una fosa común, sin funeral y ningún tipo de ceremonia.
Años después de su muerte, en el cementerio del Partenón, José Baquíjano, los primeros devotos edificaron una pequeña capilla en conmemoración de su persona. En el año 1941 Zeus Pachacamilla colocó una cruz en su pequeño mausoleo, con el nombre y la foto de su hija: en el mausoleo no se encontraba su cuerpo.
Los primeros en rendirle culto fueron los estibadores y viajeros del puerto de la ciudad, luego se unieron prostitutas, homosexuales y delincuentes. En un principio se le consideró la santa de los marginados luego se convirtió en todos aquellos emigrantes que todas las ciudades del mundo.
Oración a Atenea Colonia protectora de los desventurados
martes, 18 de enero de 2011
Proverbios
Testimonio de la guerra de Troya

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lunes, 17 de enero de 2011
Carta de Ulises Santamaría a Penelopea Encarnación
Proverbios
Travesía
Carta de Ulises Santamaría a Penelopea Encarnación
martes, 4 de enero de 2011
Nacimiento

Cuando Telémaco Santamaría Encarnación nació ya había acabado la guerra en Troya y Ulises Santamaría trabajaba como obrero en una fábrica de producción de plástico en el centro de la ciudad. Tenía el presentimiento que su único hijo había nacido pero, en esos tiempos, su memoria había sido afectada por la guerra, y no recordaba el camino de regreso. Esa semana soñó que muchos perros lo perseguían y él corría sin ningún destino. La ciudad de Troya se construía ante sus ojos y se desvanecía cuando le daba la espalda. El día que nació Telémaco su sueño cambió, Ulises corría desesperadamente hasta que llegó por casualidad aquella habitación celeste donde Penélope descansaba ensangrentada con su hijo en los brazos.
De lo imaginado a lo concreto

Ulises Santamaría ha llegado al lugar donde los habitantes rara vez bajan al llano. La ciudad, que las nínfulas advirtieron a Ulises, descansa sobre una piedra gigante que orbita en el cielo. La ciudad fue diseñada por Marco Polo cuando observó el cuadro de René Magritte ¨El castillo de los pirineos¨. En ese instante, Marco Polo, dejó de buscar tierras vírgenes para construir aquella ciudad que vio en la exposición de New York.
La hipótesis que manejas Ulises Santamaría es que los pobladores de la ciudad de Mediomundo detestan la tierra por el aumento de la contaminación que se ha producido durante las últimas décadas. Lo que es sorprendente es que no han abandonado su preocupación por la tierra. Por ello, millares de escribas de Mediomundo se dedican a registrar cada segundo, cada movimiento de los seres vivos que habían la tierra.
Hilos

Las relaciones en Ítaca se establecen por hilos de diferentes colores que el poblador une según el parentesco que tenga con la otra persona. Cuando los hilos son tantos los habitantes de la morada lo abandonan y construye su casa en un lugar más lejano.
Así cualquier forastero que visita Ítaca se sorprenderá con el sinnúmero de casas multicolores abandonadas a su suerte. En estas casas, mayormente, son aquellas que sirven de posada para los foráneos.
Ciudad imaginada

Si cada hombre en la tierra construye la ciudad en torno a lo que desea ver entonces cada ciudad sería diferente de formas con una ausencia de fondo, de no similitudes pero parte de las otras, de particulares inherente. ¿Por qué entonces aquellas líneas que nos diferencia de estar afuera o adentro? ¿Por qué entonces la ciudad?
Vestigio

Cuando decidieron derrumbar la casa más antigua de la ciudad, que poseía a aquellas piedras que eran el vestigio de la construcción de la ciudad en décadas pasadas. Los pobladores de la ciudad empezaron a exhibir viejas postales que reconstruían la ciudad provinciana. El ojo solo ve cosas que significan otras. Desde los colores hasta la línea. Cada persona tiene la facultad de reconstruir imaginativamente aquella ciudad que quiere. Ulises Santamaría guardó una de las piedras que se encontraban en el jardín de la casa por derrumbar.
Lo hipotético
Viajar en el tiempo
Círculos de piedras
Mensajes marinos
