
Las relaciones en Ítaca se establecen por hilos de diferentes colores que el poblador une según el parentesco que tenga con la otra persona. Cuando los hilos son tantos los habitantes de la morada lo abandonan y construye su casa en un lugar más lejano.
Así cualquier forastero que visita Ítaca se sorprenderá con el sinnúmero de casas multicolores abandonadas a su suerte. En estas casas, mayormente, son aquellas que sirven de posada para los foráneos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario