miércoles, 6 de abril de 2011

Espejo

Ulises Santamaría se ve al espejo y reflexiona con su espectro sobre la inmortalidad. Imaginaba, en un primer momento, que la muerte del cuerpo es una parte del todo insignificante y que el hombre debe entender que morirse es un hecho nulo. Es reemplazar la realidad por otra que te exigía otro tipo de razonamiento que pocos seres humanos podrán desarrollar. [Ulises jugaba con una navaja, la abría y la cerraba]. Todas las discusiones que hagamos [le decía a su espectro] en torno al tema será nulo. La única forma es aceptar tu invitación y suicidarnos voluntariamente. Entonces en aquel mundo místico que dices ser el Olimpo aceptaré mi falta facultativa de no escuchar lo que dice mi corazón antes de morir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario