martes, 5 de octubre de 2010

El fin


El 10 de noviembre del 2009, Robert Enke caminó por la hierba crecida, bajo un cielo nublado. Le dijo a su mujer que iba a entrenar. A las seis de la tarde con diecisiete minutos, el expres 4427, que hace la ruta Hannover - Bremen, pasa con acostumbrada puntualidad. Enkes se dirigió a un lugar descampado por los que corren las vías del tren. El lugar se llamaba: Reino del cielo. Su hija estaba aterrada a doscientos metros. Era el portero indicado para ser titular en el mundial venidero por la selección de Alemania. Enke se lanzó con la certeza que iba a atrapar la muerte. El tren pasó con acostumbrada puntualidad.

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