Planos futuristas

El descongelamiento total de los polos ha provocado principalmente el aumento del caudal de aguas marinas. Por ello, la arquitecta Penélope de Santamaría ha diseñado ciudades que puedan coexistir con estas deficiencias. Todas ellas han sido diseñadas a las orillas del mar con muelles inteligentes capaces de generar energías de las mareas. Esas mismas plataformas serían utilizadas como puertos de aterrizajes para naves personales de una medida máxima de dos metros. En la misma orilla se construiría casas anfibias, habilitadas para desplazarse sobre el mar o, incluso, dentro del mar (esta variante es a causa de las mareas marítimas). Después de las casas anfibias se construirán edificaciones de vidrio macizo que protegerá la radicación solar. El clima interior se ajustara al biotipo de cada persona. El diseño de estos edificios serán minimalistas y con una sincronía acústica en torno al paisaje marino.
En la tercera fila estarán los edificios - playas, todos ellos protegidos con vidrios macizo protectores de las radiaciones solares excesivas. Estas edificaciones constaran de aguas tratadas con vitaminas antioxidantes, tendrán radiación artificial, bronceado personalizado y aire bio – energético.
En la última fila se construirán edificaciones que captaran energía eólica, principalmente, para que sea tratada y convertida en electrificación para toda la ciudad. En esta parte estarán todos los servicios que pueden necesitar estos ciudadanos como gimnasios poseedores de regulaciones cerebrales para equilibrar el desgaste físico, hospitales con saneamiento a rayo laser, supermercados productores de alimentos tratados genéticamente y discotecas con visualizaciones espaciales en quinta dimensión.
Todos estos ciudadanos no trabajaran, su intercambio comercial está en función de la energía corporal que brinden para el funcionamiento de la ciudad.