Editores y el nuevo arte de la culinaria

Esta novela seguramente la mandare a un editor prestigioso que no la entenderá. Observará desorden, fragmentación, nungún hilo narrativo. Entonces la tirará a la basura y me mandará un email diciendome que mi novela es estupenda pero no la publicaremos porque no cumple con la línea de la editorial. La basura (mi novela) será recogida por el recolector diario e irá a parar al mar como todos los desperdicios. En el mar será devorada -la basura = novela- por aquellos peces que después serán pescados y comprados en el supermercado por aquel editor que no confió en mi arte. Para entonces mi obra habrá mutado y se habrá convertido en otro arte: aquel banquete que digerirá aquel editor maloliente.